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Que  los jóvenes  compitan  inmersos en una cultura inglesa y fortalecer sus capacidades deportivas .

 

​Muchas veces he visto a niños de diverso origen abrazándose y celebrando, y a su alrededor unos cuantos compañeros saltan y cantan.
No tengo dudas que el fútbol infantil y juvenil constituye la posibilidad democrática más interesante de miles de chiquitos que, en otra actividad, deberían correr en desventaja.
Un balón en los pies de estos chiquitos es una de las experiencias más atractivas que puede ofrecer la vida a un niño. Victorias y derrotas, risas y lamentos, felicitaciones y gritos. Ellos disfrutan del cansancio. Ellos luchan, gritan, vencen y pierden juntos Se forman grupos imposibles de amigos inseparables que jamás se hubieran conocido en otras circunstancias y que aunque lo hubieran hecho, de no mediar esta actividad, nunca hubieran sentido lo que es formar parte de un equipo ni conocido "ese" tipo de amistad. 

En todos los niños late ese sueño de jugar en forma profesional, de estar algún día como sus ídolos en Europa,  pero  sabemos que no en todos está encendida la llama que permitirá concretar el anhelo; de hecho, 1 de cada 19.000 niños que practican el fútbol logran semejante privilegio. Un éxito en sí mismo. Pero quienes atravesaron por esa dimensión, saben que tienen una marca y saben también que existen momentos absolutamente inexplicables que necesitan del fútbol para abrirse camino en medio de la realidad

El fútbol es como el lenguaje, hay que saber entenderse. Manejar una pelota con habilidad significa también capacidad de coordinación y reacción. Esto permite la configuración del deporte y de destrezas motoras pues se basan fundamentalmente en esa capacidad de coordinación y dentro de esta, en el equilibrio.
Todos vamos a coincidir en que desde la infancia y la adolescencia, el proceso técnico táctico en el futbol debe ir asociado a una formación intelectual, pues se constata que existe una elevada correlación entre el nivel de exigencia intelectual y la capacidad de rendimiento deportivo..."el que tenga el fútbol en la cabeza,  seguramente podrá llevarlo a los pies; pero el que tenga el fútbol en los pies difícilmente pueda llevarlo a la cabeza"...-
Será necesario entonces desarrollar la capacidad de aprender y comprender reglas así como de distinguir lo esencial de lo superfluo; principios importantes cuando se trata de mejorar el proceso de aprendizaje técnico-táctico según un ritmo exigente en busca de calidad.

Desde nuestro punto de vista, en un proceso de detección del talento donde la competición está implícita, más allá del interés de una prueba de los niños y adolescentes no pueden olvidarse que ante todo deben divertirse, a la vez que midan sus fuerzas con otros talentos.. 

Hay que tomar estas pruebas en su justa medida, dándole la importancia que tiene, ni más ni menos. Todo el mundo quiere ganar y quedar en la selección, y a nadie le gusta perder y estar fuera, pero conviene tener muy claro que el resultado no debe de ser el único beneficio, ni la imagen más clara de los progresos individuales, que es aquí de lo que se trata.
Debemos dejar algunas enseñanzas. Los niños, tienen que pasarlo bien, dedicarse a lo suyo, aplicarse en la mejora de su juego, sentir que sus esfuerzos no fueron en vano, que están aprendiendo…y no apurarse tanto por un éxito –o un fracaso– tan rápido como pasajero en algunos casos. Esa imagen no puede escapar de nuestro trabajo como detectores del “diamante colombiano”.

Creo que este  proyecto televisivo fantástico, más allá de su objetivo, claro está, no debe de esconder su gran labor social, y deberá  contemplar esta situación con un plan de mensaje integral, y con un claro mensaje a la sociedad colombiana: de que el deporte está al servicio del niño y el adolescente, y no al revés: primero son ellos, y después el deporte.

Si queremos dejar una profunda marca en la sociedad colombiana, nuestro trabajo deberá basarse en esos parámetros, donde los muchachos, sientan nuestro apoyo, dejarles pensar por sí mismos, y hacer que aprendan de sus errores, perseverando en las dificultades. Sólo así aprovecharán todos los beneficios de este reality en la que convivirán con otros jóvenes, asumirán responsabilidades, y tendrán que aprender a manejarse en situaciones de tensión.
Si logramos que logren disfrutar de nuevos hábitos más activos y saludables, conseguiremos que no abandonen nunca un estilo de vida ciertamente recomendable, los seleccionados y los no seleccionados. Entonces sí, llegarán tan lejos como puedan en este deporte y, sea cual sea el resultado final del reality, habremos ganado de todas formas.
Creemos que este Programa “En Busca del Diamante”, más allá de su objetivo primario, dejará un claro mensaje de que primero debemos desarrollar personas (los entrenadores somos arquitectos de personas de estos chiquitos) debemos desarrollar las destrezas y habilidades psicomotrices y solo después vendrán los valores para la competencia y el rendimiento futbolístico.



Gonzalo Russo

Director deportivo en Busca del Diamante

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